sábado, 2 de mayo de 2015

¿Expectativas elevadas o creatividad adormecida?

A partir de las entregas de las secuencias didácticas y proyectos, mi expectativa era cómo las futuras docentes o docentes en servicio habían hecho volar su imaginación con todo lo que habíamos hablado, experimentado, vivenciado con actividades mediadas por las TIC. Me refiero específicamente a las evaluaciones de los cursos de capacitación docente en el área de las TIC y también a las presentaciones de trabajos prácticos en la carrera de Educación Especial que el año pasado tuve como experiencia trabajar. 

Seguramente el parámetro es, en estos casos, todo el bagaje de experiencias en años de trabajo y formación. Pero seguramente lo que más marca las expectativas es el propio entusiasmo, la pasión de amar lo que hacemos, el desafío de superarnos constantemente. 

Evidentemente muchas veces el parámetro que utilizamos es demasiado elevado y pronto sobreviene la desilusión de encontrar propuestas aburridas, signadas por su propia experiencia como alumnas, que seguramente quedó impregnada en su subconsciente. 

Surgen entonces las dudas... 
  • ¿El ser docente parte del ser alumno? 
  • ¿Cómo borrar esa experiencia anterior? 
  • ¿Cómo hacer que la experiencia anterior pueda servir como base para nuevas construcciones, más novedosas, más interesantes, mas inclusivas? 

Existe, en mi modo de ver, en el sistema educativo una carencia relacionada con el desarrollo de la creatividad a lo largo de la experiencia educativa y que marca fuertemente nuestro modo de ser en lo que a futuro ejercemos. 

La educación deberá pensar nuevas formas de despertar en los alumnos eso que naturalmente viene instalado en las posibilidades de la mente y que luego se adormece: la creatividad.



Sobre el Aprendizaje de la creatividad



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